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Rincones ocultos y alternativos recomendados por guías locales

5+1 lugares secretos favoritos de nuestros guías

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Publicado 24.09.2025 | Evelyn morales

Los 5+1 lugares secretos en Berlín que te sorprenderán Leer

Las 5+1 recomendaciones locales de nuestros guías

Berlín es mucho más que la Puerta de Brandeburgo, la Torre de la Televisión o el Muro. La capital alemana guarda tesoros ocultos que solo conocen quienes la viven día a día. Nuestros guías locales comparten aquí sus rincones favoritos de la ciudad, esos lugares auténticos que no aparecen en las guías de viaje, pero que revelan la cara más genuina de la ciudad.

1. Helena: Gemäldegalerie, la joya escondida del arte europeo

Durante la división de la ciudad, el Kulturforum fue para el Berlín Occidental el equivalente a la Isla de los Museos, que había quedado en el lado soviético. Allí, muy cerca de los llamativos edificios amarillos de la Filarmónica de Berlín, está la Gemäldegalerie (Galería de pintura). 

Es la pinacoteca más completa de Berlín, un amplio compendio de pintura europea del siglo XIII al XVIII que tiene su origen en las colecciones reales de los príncipes y reyes. Me resulta chocante que, tal vez por la grandeza monumental de la Isla de los Museos, no se hable mucho de una pinacoteca que contiene obras de Giotto, Botticelli, Durero, Rembrandt y Tiziano.

Hay cuadros de los que nunca me quiero separar, como el luminoso, Mujer con collar de perlas de Jan Vermeer. Los proverbios flamencos de Brueghel es otra de mis debilidades, una divertidísima obra con numerosos personajes que ilustran expresiones iguales o parecidas a las nuestras, tales como dar de comer margaritas a los cerdos, poner palos en la rueda, o ponerle el cascabel al gato.

Dirección: Johanna und Eduard Arnhold Platz, 10785 Berlin

2. Celia: Paseo por los antiguos cines de Kurfürstendamm

Esta gran avenida está situada en Charlottenburg, donde se fueron ubicando las alternativas de ocio de la aristocracia berlinesa. Vida diurna y nocturna, cultura de cafés, teatros, cines y cabarets. Artistas, intelectuales, cineastas y músicos desde principios de siglo hasta la toma de poder del partido nazi.

Comenzando el recorrido por la Kantstrasse, se encuentra el Delphi Palast, antigua meca del swing de la Kantstrasse, hoy un cine, uno de los primeros en el que se celebró la Berlinale en 1951. Luego, continuado por la avenida, está la tienda Apple Store, que antiguamente solía ser el  FilmBühne Wien, y por la vereda de enfrente está el Astor Lounge, original Kino am Kindle -Kiki, de 1948.

Lo mejor es que se conserva casi como era: butacas, reposapiés, taquillas, señalización; programan mucho cine clásico y su vestíbulo conserva fotografías de los mejores cines de la ciudad durante toda su historia. Por  último, está el Marmorhaus Kino, hoy tienda Muji y el Zoo Palast, de 1954, original UFA Palast am Zoo.

Recomiendo este lugar, por ser un foco de vida y enriquecimiento cultural, las mejores películas del cine alemán se estrenaron allí como Metrópolis, El gabinete del Dr. Caligari o El Ángel azul, entre otras, y por ser el escenario en el que nació el Festival de Cine de la Berlinale. Es una parte de Berlín algo ajena a círculos turísticos, pero que merece ser tenida en cuenta. Nos habla de un Berlín más auténtico pero hoy casi desaparecido.

Dirección: Kurfürstendamm, Berlin-Charlottenburg-Wilmersdorf

3. Juan: Spandau, el barrio medieval de Berlín

Se trata del barrio más occidental de Berlín. Solo pertenece a la capital desde 1920. Anteriormente, era una ciudad independiente y es eso lo que le da su interés. En Spandau se puede disfrutar todavía de un casco histórico con reminiscencias medievales. Se puede visitar el barrio de Kolk, con calles antiguas y parte de la muralla medieval. También existe una casa gótica en el centro de Spandau que es visitable. Justo delante se encuentra la Zitadelle, una gran fortificación musealizada donde también se realizan conciertos en verano. Para completar la visita, recomiendo ir a comer a «Brauhaus Spandau«, donde seguramente se hace la mejor cerveza de Berlín. Tiene un Biergarten muy agradable en verano también.

Me gusta porque es el barrio antiguo que le falta a Berlín. Es un lugar muy accesible en transporte público y fácil de llegar. Muy poca gente que visita Berlín se acerca hasta Spandau. Es quizás el ambiente «más alemán» que tiene Berlín.

Tras pasear por la historia medieval de Spandau, nos acercamos de nuevo a la naturaleza.

4. Xanto: Schlachtensee, un oasis natural del oeste

Este lago de nombre fácilmente pronunciable, es un oasis idílico de baño y disfrute para los Berlineses, al que se puede llegar en un tren de cercanías (S-Bahn) desde el centro de la ciudad en 30 minutos.

Situado entre Wannsee y Grunewald, el Schlachtensee es un lugar perfecto para acabar una calurosa excursión veraniega en la cercana ciudad de Potsdam, o para pasar el día entero nadando, haciendo Paddleboarding, un picnic con amigos o tomándose algo en el Biergaten del extremo Este del lago.

Se caracteriza por ser una de las aguas más claras de Berlín, y recomiendo evitar visitarlo un fin de semana, eligiendo en su lugar un día de diario. 

Pese a que la primera zona de baño está enfrente de la estación del mismo nombre, no hay más que andar un poco bajo los árboles para encontrar un placentero rincón personal donde relajarse completamente.

Lago Schlachtensee, Berlín.

Por si fuera poco y para los caminantes exigentes, existe la posibilidad de adentrarse en el enorme bosque de Grunewald y remontar dos de las colinas artificiales más altas de Berlín:

Teufelsberg (Monte del Diablo), con una icónica estación de escucha de la Guerra Fría, transformada en galería de arte callejera.

Drachenberg (Monte del Dragón), desde donde se captura una vista única de la ciudad de Berlín. Recomendadísima de noche o al amanecer.Es difícil de aceptar que un lugar tan bello y apacible se encuentre tan cerca de la ciudad, allí he vivido auténticos momentos de felicidad contagiosa, tanto solo como acompañado. Agarrad vuestros bañadores y comprobadlo vosotros mismos.

De la tranquilidad del Schlachtensee, uno de los lagos más queridos por los locales, cambiamos el paisaje natural por un recorrido urbano con mucha historia social. 

5. Sam: siguiendo el Panke, del Wedding obrero al parque de Pankow

El barrio de Wedding, históricamente obrero y de tradición socialista, siempre estuvo un poco al margen del Berlín monumental. Aquí, en calles donde vivían trabajadores de fábricas y migrantes, el río Panke serpenteaba discreto, alimentando molinos y talleres.

Hoy, a su orilla sobreviven patios escondidos y espacios como Panke Kultur, que mantienen vivo el pulso comunitario y creativo del barrio. Muy cerca se encuentra el Silent Green Kulturquartier, un antiguo crematorio de 1911 que fue transformado en centro cultural. 

Este lugar resume bien la identidad de Wedding: un distrito que reinventa su herencia industrial y social en nuevas formas de encuentro.

Si se sigue el curso del río hacia el norte, el Panke atraviesa lo que antes era frontera: del Berlín occidental al oriental. Así se llega al Bürgerpark Pankow, un parque del siglo XIX que, durante la RDA, fue espacio de recreo popular en el Este.

De este modo, el paseo por la Panke es también un viaje por la historia de la ciudad dividida: un hilo de agua que unía, incluso cuando el muro separaba.

Tras recorrer el río Panke y descubrir el Berlín obrero y alternativo, nos dirigimos hacia el oeste de la ciudad para adentrarnos en un lugar aún más enigmático.

Dirección: Wilhelm-Kuhr-Straße 9, 13187 Berlin

6. Martín: la montaña del diablo de Grunewald

Teufelsberg, montaña de gran relevancia durante la Guerra Fría. Berlín, Grunewald.

No se trata de la famosa estación de espionaje de la Guerra Fría en la cima de la colina, sino de un rincón escondido a sus pies. En el bosque que rodea la colina artificial de Teufelsberg, construida con escombros de la Segunda Guerra Mundial, se esconde una galería de arte al aire libre surrealista y fantasmagórica.

Aquí, decenas de árboles muertos han sido meticulosamente tallados por artistas anónimos con rostros retorcidos, figuras mitológicas, criaturas de pesadilla y formas abstractas. Cada tronco se convierte en una escultura única que se va descomponiendo lentamente con el paso del tiempo, integrando el arte en el ciclo natural de la vida y la muerte. Se encuentra en el Grunewald, al oeste de Berlín.

Para mí, este lugar encapsula las tres capas de memoria que definen a Berlín:

La Capa de la Destrucción: La colina misma está hecha de los escombros de una ciudad destruida. Cada piedra es un fragmento de historia traumática.

La Capa del Conflicto: La cima, con su estación de escucha de la NSA, representa la división y la paranoia de la Guerra Fría.

La Capa del Renacimiento: El Teufelsberg es la capa más reciente y poética. Es un acto de resiliencia creativa; la gente no solo vino a espiar o a recordar, sino a crear algo nuevo y profundamente enigmático a partir de la madera muerta de ese mismo bosque.

Lo que lo hace único es su completo anonimato y fugacidad. No está en las guías, no hay horarios, ni entradas, ni artistas famosos. Es un secreto que la ciudad se guarda a sí misma. Caminar entre estas figuras silenciosas, que parecen guardianes de la historia que yace bajo tus pies, es una experiencia profundamente íntima y reflexiva que no se encuentra en ningún monumento oficial:  la memoria convertida en arte y el arte convertido en naturaleza.



Estos son solo algunos de los lugares secretos y alternativos de Berlín que nuestros guías locales recomiendan para vivir la ciudad de forma auténtica. 

Berlín guarda secretos que no aparecen en ningún mapa. Explóralo en un tour en español con cultourberlin y descubre la ciudad desde otra perspectiva. Cada paseo es una experiencia única que te conecta con la verdadera esencia de la ciudad.

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